viernes, 14 de marzo de 2014

Barreras en el control y la lucha contra la Tuberculosis

Por Hortencia Estrada Molina
Enfermera, Esp. Proyectos Educativos y Audiroría en Salud
Candidata a Magister en Salud Pública


Se calcula que una tercera parte de la población mundial está infectada por el bacilo de Koch (Mycobacterium tuberculosis) pero aún no han enfermado ni pueden transmitir la infección. Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un riesgo a lo largo de la vida de enfermar de tuberculosis de un 10%, sin embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunitario está afectado. A lo largo de un año, un enfermo tuberculoso puede infectar a unas 10 a 15 personas por contacto estrecho (1). Es así como en el 2012, 8,6 millones de personas enfermaron de tuberculosis y 1,3 millones murieron por esta causa; más del 95% de las muertes por tuberculosis ocurrieron en países de ingresos bajos y medianos. La tuberculosis afecta principalmente a los adultos jóvenes, es decir, en la edad más productiva, pero todos los grupos de edad están en riesgo; además, es la causa principal de muerte de las personas infectadas por el VIH, con una incidencia del 20% (1). La combinación de la infección por el VIH con la tuberculosis es letal, pues la una acelera la evolución de la otra. En el 2012, unas 320.000 personas murieron a causa de la tuberculosis asociada con la infección por el VIH (1).



El objetivo de la OMS es reducir la carga mundial de la tuberculosis para el 2015, y para esto ha formulado la estrategia “Alto a la tuberculosis” con un enfoque en el DOTS (Tratamiento acortado estrictamente supervisado). La estrategia tiene seis componentes  cuya implementación se ha encontrado con diversas barreras que pueden estar relacionadas con el paciente, la familia, la comunidad, el equipo de salud o la atención en salud en general. 


La primera barrera que encuentra el paciente una vez ha sido diagnosticado es el estigma y la discriminación; para su familia, su entorno y su lugar de trabajo, él representa un signo de peligro porque la comunidad suele tener temor al contagio y a la muerte por tuberculosis. Para evitar el estigma el paciente oculta su enfermedad a la familia y lugar de trabajo, de esa manera él no asume las medidas necesarias para prevenir la cadena de transmisión; lo que repercute en un aumento en la incidencia de la tuberculosis.


La forma activa de la tuberculosis se trata con una combinación estándar de cuatro medicamentos administrados durante seis meses. Este tratamiento debe confluir con la información, la  supervisión directa  y el  apoyo al paciente por el equipo de salud pues de lo contrario, el cumplimiento terapéutico se hace difícil y, como consecuencia, la infección puede propagarse (1). 

Otra barrera que se presenta en la expansión del DOTS es la no concientización y la responsabilidad del equipo de salud; durante el proceso de administración del medicamento. Algunas de las dificultades que facilitan este hecho son: la inaccesibilidad geográfica, la falta de dinero para transporte y la no disponibilidad de permisos laborales para poder movilizarse a recibir el medicamento. Ante las barreras anteriormente mencionadas, el paciente habla con el médico, solicita la entrega del medicamento para su auto-administración en casa. Esta situación rompe la estrategia y surge el riesgo de no adherencia, no curación, desarrollo de multirresistencia y aumento de la cadena de transmisión de la tuberculosis. 

Otro problema en la aplicación de la estrategia "Alto a la Tuberculosis", se refiere a la pobre búsqueda activa de pacientes sintomáticos respiratorios. La mayoría de los casos se diagnostican por búsqueda pasiva en consulta médica ambulatoria, inicialmente manejado como síndrome gripal, o virosis, y es luego de varias consultas, por falta de mejoría y / o deterioro del cuadro clínico, cuando se diagnostica la tuberculosis, generándose inoportunidad en el inicio del tratamiento.


Otros componentes que han encontrado barreras son la coinfección, la multirresistencia y el manejo de otros problemas que agravan la salud. Se evidencia casi un divorcio entre los programas de tuberculosis y los programas de VIH/Sida. El mismo paciente acude, por separado a los programas de Tuberculosis y VIH/SIDA, y es abordado de forma distinta. 

Otra barrera que dificulta el manejo de la tuberculosis es el manejo de pacientes que viven en comunidades cerradas; por ejemplo, en la población de desplazados, en asentamientos, las cárceles, los ancianatos, centros infantiles, etc.. En estos lugares es muy difícil controlar la cadena de transmisión de la tuberculosis, lo que requiere de acciones intersectoriales que aborden y mejoren los determinantes de la salud en estas poblaciones. 

Cabe anotar que actualmente existe una insuficiencia del recurso humano en salud. Prueba de ello es que muchas veces una sola enfermera y un solo médico manejan los diferentes programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad en una IPS, y en algunas ocasiones varios programas tienen que ser implementados en un mismo día, es decir, que tienen múltiples asignaciones, lo que dificulta, por falta de tiempo, el abordaje que requiere el paciente para asesoría y abogacía en la solución de las dudas y dificultades que enfrenta el paciente durante el tratamiento. 


Existen barreras en el sistema de referencia y contra referencia; ejemplo de esto es cuando un paciente está recibiendo el tratamiento en el primer nivel de atención, pero empeoramiento o por otra enfermedad, requiere hospitalización y el equipo de salud no cuenta con la información exacta del tratamiento que está recibiendo el paciente, pues el paciente no porta ningún documento que lo registre (carnet). Igualmente cuando el diagnóstico de tuberculosis se hace en el segundo o tercer nivel de atención, no se realiza la remisión formal del paciente al programa del primer nivel. 

Con fin de superar las barreras mencionada, es necesario llevar a cabo acciones intersectoriales para controlar la cadena de transmisión e implementar de manera adecuada la estrategia “Alto a la tuberculosis", socializandola en todos los niveles de atención en salud. Así mismo, empoderar a los afectados y comunidades, a través de información masiva sobre la enfermedad. Por lo anterior, la Universidad del Norte, a través del programa de enfermería, ACOFAEN, y el Instituto Nacional de Salud (INS) capacitaron a enfermeras, docentes y profesionales acerca del manejo de la Tuberculosis en el Distrito de Barranquilla. Vista la necesidad de educar y reafirmar los aspectos del manejo de los programas de Tuberculosis, el Departamento de Enfermería de Uninorte deja a disposición de la comunidad en general de videos educativos que sirven de como insumo de consulta para depurar el funcionamiento de éstos (ir al final del texto).

Dentro de los retos que enfrenta el Sistema de salud  para el manejo de la situación de reemergencia de la tuberculosis, se encuentran el trabajo conjunto entre los entes administrativos y el equipo de salud operativo, el establecimiento de una red de comunicación que favorezca la implementación de la estrategia “Alto a la tuberculosis”, el mejoramiento del nivel de conocimiento que se tiene sobre la tuberculosis, el abordaje de la problemática de resistencia y multirresistencia, la capacitación del equipo de salud y la promoción de investigaciones que permita generar nuevos conocimientos a favor de un manejo adecuado de los pacientes. 

Otro reto es el fortalecimiento de la búsqueda activa de sintomáticos respiratorios, pues los planteamientos fundamentales del programa van encaminados a detectar este tipo de casos y curar los diagnosticados, por lo que es importante mejorar la tasa de curación y aumentar la detección de los casos.


Otros desafíos están encaminados al fortalecimiento del monitoreo del paciente durante el proceso de curación, el en redes que involucren a distintos actores del sistema (IPS, entes territoriales, redes de apoyo comunitario, cuidadores familiares, líderes comunitarios, etc.), favoreciendo a aquellos que ameritan un abordaje especial tales como habitantes de la calle, pacientes con VIH/Sida, poblaciones carcelarias, de desplazados y demás grupos en alto riesgo de abandonar el tratamiento. Todos los anteriores actores son importantes para lograr un trabajo en red que propenda por el manejo exitoso del paciente con tuberculosis. En este sentido, se ha estipulado el 24 de marzo como el Día Mundial contra la Tuberculosis, para generar conciencia y movilización social. 


Videos Educativos del CEDU






REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


1. . Organización Mundial de la Salud. Tuberculosis. Nota descriptiva N°104. Centro de prensa de la OMS, 2014. Revisado en marzo de 2014 en Internet: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs104/es/
2. Organización Mundial de la Salud. Tuberculosis (TB): Estrategia Alto a la Tuberculosis (Resumen de la estrategia). Revisado en marzo de 2014 en Internet: http://www.who.int/tb/strategy/es/

3. Organización Mundial de la Salud. Tuberculosis multirresistente, Preguntas y respuestas en línea. Revisado en marzo de 2014 en Internet: http://www.who.int/features/qa/79/es/

4. Organización Mundial de la Salud. ODM 6: combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades. Revisado en marzo de 2014 en Internet: http://www.who.int/topics/millennium_development_goals/diseases/es/

5. Organización Mundial de la Salud. Política de la OMS sobre actividades de colaboración TB/VIH. Guías para programas nacionales y otros interesados directos, 2012. Revisado en marzo de 2014 en Internet: http://whqlibdoc.who.int/publications/2012/9789243503004_spa.pdf?ua=1




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